Hoy tendrá una experiencia quemada para mi esclavo maso. Primero, el culo será azotado con la látigo de toro hasta que tenga un color agradable, luego elijo unos pocos zarzaparrones que sentirá en la espalda superior, el dorso y la cola. Delicadamente sobre los tetas, hasta el saco. En una mano tengo el zarzo, en la otra mano me jerko su pene. Claro, el huevo no se escapa tampoco, el Masosau se masturba bajo el dolor quemante. Para profundizar la cosa, me orino encima de su inflamado, t***d pene. Así siente algo un poco más intensamente de este tratamiento.