Hoy, mi Kat, aprenderás a comer basura por debajo de la garganta. Acúcurrate y abre tu boca, quiero defecar. Sí, ¿cómo sabrosa, fragante es la hecesa que sale de mi ano. Bien, vamos a empezar. Primero, te haré rudimentaria tu hermosa cara, llenarás la boca de basura y… ¡vamos a empezar! La correa de estrípero penetra a fondo, hasta tu garganta. Bien hecho, no tienes reflejo de vómito. Ingiera, disfruta de todo el basura que te introduzco. ¡Qué te encanta, mi esclusa de inodoro!