Adora y yo llevamos a nuestro perro esclavo en el bosque a un largo de la correa. Sin embargo, no sale como esperaba. No puede deshacerse, pero en realidad tendrá que acostarse en el suelo sucio para nosotros, de manera que podamos orinar encima de él! Boca abierta! La presencia de pasajeros a su alrededor es claramente desagradable para el perro esclavo, pero sabemos que al menos uno de los observadores pasantes estaría dispuesto a ocupar su lugar…