Buenos días, Señoras! Lisa, Amina y Christina tuvieron una noche excelente. Bailearon en un club nocturno, pasaron tiempo en una terraza. Una buena cena, comida deliciosa, licor… Despues de eso decidieron pasar la noche en el apartamento de Lisa. Sabían que despues de una cena abundante, ellas querrían usar el baño en la mañana. Necesitarían servicio, así que invitaron a un esclavo. El esclavo pasó la noche en el baño y esperaba a que las damas se despertaran.
Cuando primera, las damas le dieron al esclavo para oler sus culeos, y luego lo utilizaron como baño. El esclavo fue muy resistente. Las damas le dieron un volumen de heces muy grande. Comer la heces de Amina fue especialmente difícil. Su gran pie de heces no cabía en la boca del esclavo de baño. Pero pudo hacerlo. Comió las heces de cada una de las tres damas. Al final, el mayor placer para él era servir a las damas, ser su baño.