Ante todo, ahora Emmy disfruta prepararse para los juegos anal, para ser penetrada anualmente. La limpieza del enema se ha convertido en una ritual, un preludio a la acción principal. Para ella, es como seasonar un plato exótico. Se inclina relajada, liberando agua con heces del ano, mueve de reacciones al agua que penetra en el ano, reacciona a cada toque en su delicada, rosa anus. Para ella, esto es felicidad.