El caminar siempre en heces es imposible, llega un tiempo para limpiarse. Pero Kat no se desanimó, estaba ingeniosa. Se metió en la tubería, se limpió de las heces y dijo: Ahora me quedo recostada en este agua sucia. ¡Ese pequeñas cerditas son mis esclavas femeninas, siempre encontrarán una forma de quedarse más tiempo en las heces y permanecer sucias!