Nuestro esclavo podía haber tenido suerte. Recibió el honor de comer pastel contigo.Es decir, comía el pastel de nuestras pies desnudas o de nuestras altas tacones de latex. En cuadríguas, el perdedor lickía ansiosamente el pastel entre las plantas de los pies de Lady Carmen y luego de mis altas tacones de latex. Mientras lickía entre los dedos de Carmen, yo me sentaba sobre su espalda. Él es el más miserable caballo entre todos mis esclavos, porque pierde el agarre! ¡Qué pitéo y qué perdedor! El resultado será una dura castigo para este chabacano. Y considero más que una castigo!!!