Arojar mi comida futura. En esta ocasión fui a visitar a Sra. Yana, Cristina y Karina, cuando tenían solo un desayuno reciente. Tomando la oportunidad, decidieron mostrarme cómo mi futura comida puebe olfactormente antes de pasar por el cuerpo de la mujer. Es decir, aún se encontraba en el estómago. Inhalando el regocijo de cada una de las mujeres, disfruté de este olor. Obtuve placer también del sabor. Disfruté del sabor de lo que las Señoras habían comido el día anterior para la cena. Sra. Yana, Cristina y Karina me permitieron olfactormente sus anus y hicieron grandes montones de heces hasta mi boca. Realicé mi deber de esclavo de servicio y comí todo hasta el último mordisco.