Mi novia andaba por Sochi y quería defecar. Sabía que su esclavo de baño trabajaba a proximidad y se dirigió a su trabajo. No se mostró reservada de que serían vistas o oidas por empleados de tiendas vecinas o clientes, lo condujo al fondo y lo puso en el suelo, comenzó a defecar en su boca.
Calláte. Acúcurrate y callé. Estás en mi poder. Y como dije, será. Manos a tu lado, abra tu boca y déjame depositar la merda. ¿Qué es eso? ¿Qué son las lágrimas, qué el vómito? Aquí tienes una cuchara, gira y come la merda, toda la merda, come-merda. Come de piso, sujete cada gota de orina.
El esclavo temblaba y se asustaba de que fueran vistas o oidas, inarticuladamente se inclinó y intentó comer la merda lo más rápido posible