Mordí una pequeña porción del plátano y lo expelí delante de mi esclavo! Luego lo aplasto con mis pies y este tonto tenía que lamerlo de mis solas de nuevo! Debía lamer entre mis dedos también! Pero esto no era suficiente! No queríamos que la banana triturada quedara en el suelo porque alguien pudiera lastimarse! Así que tuvo que hacer mucho más trabajo! Al final, también tuvo que limpiar las sábanas! Sí, esa es la forma en que me gusta! 🙂