La juventud es un tiempo de amor y experimentación. Los jóvenes quieren aprender y probar todo. Este hermoso parejame se acercó a mí reservados de sí mismos, pero ansiosos por lo desconocido, tema de toiletas sucio. Gradualmente, paso a paso, sus intentos reservados y malos manejados se vuelven más confianza. Se vuelven más y más liberados, comienzan a sentir el gusto de la libertad y el reconocimiento mutuo. Aquellas pequeñas cosas y sentimientos cuando no estás avergonzado de fartarle a tu pareja significativa o orinarle cuando quieras. Me miro con una sonrisa tocante, los levantaré para ser verdaderos perversos
1. Solicitud de un joven pareja para el tema de los baños
Un joven pareja solicitó mi ayuda para liberarse, unirse al tema BDSM y el tema de los baños. Al principio, les dije que se acostumbraran el uno al otro, no ser reservados de sus cuerpos y de sí mismos. Aún están un poco rigidos, reservados de cada uno de sus flatulencias, pero eso está bien, les ayudaré a abrirse. Ella me masajea a Emmy con toques de hielo, toques suaves, comienza a desarrollar su culo con dedos, cuchillos. Un ligero azotamiento no les lastimará, afiliará sus sentidos y agregará emoción. Ahora es más fácil que el pene entre en su culo después de un poco de desarrollo. Ella geme, disfruta, goza. Y la vibradora es un placer completo para ella, se tortilla y cumple, succionando el lecho, la orina sale de su vagina caliente junto con gotas de orina. Sí, eso, placer desvergonzado, los haré verdaderos perversos
2. Experimentos de amor mutuo en los baños
Los experimentos de amor mutuo en los baños fueron un éxito. Emmy y Vey ya están comenzando a acostumbrarse el uno al otro y a relajarse, más y más. Ellos orinan el uno al otro en la cama, en el baño, Emmy incluso caca, y Vey está dispuesto ofrecer sus manos. Ella le pone tights femeninos y juega con su culo, estirar. Parece que nuestra pareja ha decidido quién de ellos es el dominante. Emmy estaba tan encendida que no se detuvo de ponerlo en el suelo y comenzó a orinarle en la boca y en la cara al mismo tiempo que se masturbaba. Sí, hombre, pronto serás su urinal y su inodoro