Esta es una noche de bodas inusual. No hay rosas ni champán en esta merda, porque merda es lo que recibe realmente la novia. El cruel novio tiene sus propios métodos para marcar su territorio. Desposadas en la cama de luna de miel, él no perdió tiempo haciendo merda en ella – en su cara, en su cabello, en su cara! Novia sumisa toma todo, sin protestar mientras la merda entra en su cuerpo y en su vestido. No se satisface con el desorden, su novio llama a sus testigos de bodas para que se unan a la diversión. Ellos se turnan para esparcir merda por encima de la novia hasta que ella y la cama son una desgustosa vista de merda y semen.