Ya estoy esperando a mi esclavo. Hoy me encargaré de él y lo formaré para ser el esclavo más sumiso de todas. Seguirá obedeciendo todas mis órdenes sin reparar en un solo segundo! Un mirada maliciosa, un gesto pequeño y el esclavo tiene que obedecerme, como un perro estúpido! Y para acercarlo aún más a ser el esclavo perfecto sumiso, uso regularmente el látigo para castigarlo duro! No hay realmente razón y si cumple con todos mis deseos a su mejor, recibirá algunos golpes de látigo! Nunca sabe cuándo me lo golpeo la próxima vez…