Nuestro esclavo ahora limpiará nuestras botas y adorará nuestros pies! Verás, no le mostraremos misericordia – lleará lo largo que queramos! Ambas amamos botas limpias, así que el esclavo limpiará allí, pero para que pueda llegar a todos lados le permitiremos salir y también será un esclavo de pie. Por supesto, también le permitiremos sufrir las largas tacones suyos completamente sucionados. Después de que las botas hayan sido adecuadamente limpiadas, el esclavo será permitido quitarlas y disfrutar de limpiar y haciendo olor a nuestros pies. ¡Por cierto, tú serás nuestro próximo sirviente de pie!