Vamos a ver cuántas manos podemos introducir en tu anusito. Adoro estirar los anuses de mis esclavos y darles una hermosa y dolorosa fistada. Normalmente cuando no quieren. Cuando mis esclavos se rinden ante mí impotentes y mi puño pila su anus hasta que griten! Me intriga si mi puño cabe en el anusito apretado de este esclavo!