El cochinocito yace debajo de la pequeña mesa de cristal y su pequeño pene retraído y hueco yace encima. Es muy feo y camarote. Lady Chanel y yo nunca lo tocaríamos, pero es perfecto para pisotear. El pequeño perdedor estremece mucho con sus gemidos y lloriqueos. ¡Eso es una buena razón para pisar más duro! ¡Mala suerte, Perdedor!