Los Juegos Olímpicos están en juego y hoy mi ayudante Maya y yo nos preparamos para definir una nueva disciplina fetich-olímpica: saltar sobre el esclavo. Mis zapatillas de Búfalo están listas para aterrizar en esta carne de puerta suave. Maya me ayuda mientras yo me repito por encima de la jaula y caigo sobre esta barriga inflada. Mientras entreno para ganar la medalla de oro, este desgraciado también siente placer, pero olvida agradecernos: ambas nos desplazamos sobre él un poco para castigarlo y amenazarnos a aplastar sus testículos y pene también.