Regreso a mi estudio y encuentro a la esclava tendida en el suelo desnuda, con su pene saliendo del cajón. Hehehe, eso me hace reír! Esperaban a mi así con la esperanza de recibir alguna de mi atención… ¡Bueno, esa vermícula me tenta realmente! Y así me subo sobre el cajón y comienzo a pisarlo bajo mis botas, las que uso en mi vida diaria. Con sus sordidos como un fondo musical, veo desaparecer bajo mis suelas y bajo mi peso, más y más rojo y marcado…