El entrenamiento de caballos no fue muy exitoso, este esclavo realmente es un pobre caballo, tal como se puede ver en el video anterior. Así que intento darle otro uso y dejarlo tender con el vientre arriba. Tengo mis botas de rubber de caballo de rodillas y me subo encima de él inmediatamente. Camino y salto con toda mi fuerza sobre su abdomen, brazos y incluso genitales y cara. No tengo mucha sensibilidad con estas botas y el esclavo pronto se da cuenta de ello, pero sus sordidos no me detienen. Cuando termino, tomo de nuevo el látigo y lo llevo afuera para caminar a cuatro patas.