Este chico en el gimnasio me desafía, se acerca confiadamente y luego se da cuenta de que soy mucho más alta y más grande que él. No tiene idea del problema que se ha metido cuando de repente lo agarra y lo lleva en sus brazos. Aunque me sorprende su fuerza a pesar de su pequeño tamaño, acepto el desafío. Tomamos turnos levantándonos el uno al otro en diferentes posiciones, pero muestro mi fuerza con todo mi poder al hacer squats con él en mis brazos. Después de un tiempo se cansa, se desmaya al suelo y se rinde a adorar a su diosa, ya no tiene la fuerza suficiente para levantarme. Pero yo no me siento cansada y continuo llevarlo por el cuarto: he ganado claramente el desafío y ahora es hora de mi recompensa y de su castigo. Lo ato los brazos detrás de su espalda, baja sus calzones y mientras tengo un brazo alrededor de su cuello, con la otra mano lo tengo sujeto y masturbo potentemente. Tengo el control completo sobre él que arrebole, ¿seré capaz de hacerle cumplir en mis piernas?