Vestida de rojo, hoy seré diabólica. Sensual y mortífera. Encerré a la esclava, atándole los wrists a la plataforma de trono y bloqueando su cabeza en el cajón de la cabeza. Su rostro está obligado a mantenerse mirando arriba, no tiene otra opción. Largo de un cigarrillo y disfruto, esperando que tenga efecto. En el tiempo que pasa, me doy a la boca y uso a él como ashtray y asiento, sofocándolo. Squima sin oxígeno, pero no me importa. Está allí para mí, para entretenerme, y para desempeñar el papel de inodoro. Cuando termine el cigarrillo, lo apago en su lengua y, retirando mis pantalones, me posiciono con mi anus en alineación con su boca. Sale la heces, una hermosa montaña que llena a él. El contraste con su mascara blanca es hermoso… Decido abandonarlo y le digo que volveré solo cuando haya ingerido todo y su boca esté vacía. Me va, con él luchando, impotente.