Entregate a mis manos, prisionero. Yo soy la que tengo el poder sobre tu cock y tus cojones– extraigiendo tu esencia vital a través del tacto, mi mano cubriendo tu boca para que nadie escuche tus súplicas desesperadas a tu capatriz femenina. Estás desnudo, impotente, indefenso mientras yo te toco desde detrás con seducción femenina. Suaves besos y un olor a perfume es tu última rendición. Mis hermosas manos controlan todo, incluyendo tu destino.