Fue una vez que me enfermé, supongo que envenenado por la comida de un café y me sentí mal, no pude comer nada. Christina llamó y dijo Que llegaría en 40 minutos!. Intenté protestar o al menos reprogramar la reunión para el día siguiente, pero Christina dijo que no podía aguantarlo y que debía estar listo para su llegada! Este vez estaba debilitado y Christina mostró comprensión, me dio un golpe en la cara como cortesía y me montó encima. Sentada sobre mi cara, me ordenó lamer su anus y incluso fartó, sabía que estaba encendido por el contacto con su anus y era más fácil hacer mi trabajo. Christina es profesional en su campo y sabe cómo hacer que un esclavo de baño trabajara eficientemente para cumplir con sus deberes! Y finalmente me ordenó abrir la boca y estar listo para tomar una porción. Esta vez la alimentación fue pesada y dolorosa, fue terriblemente difícil de deglutir, la heces eran pegajosas, ácidas y fetidas. Christina colocó una porción con una cuchara en mi boca y se sentó firmemente sobre mi cara, sellándola con la porción. No me dio oportunidad de negarme! Estuve enfermo, pero ella se sentó firmemente sobre mi cara. Al final, lame su anus limpio y ella se fue, dejándome para digerir una porción.