Este cangrejo de inodoro decidió esconderse de mí, creyendo que no me encontraría y no vendría por él! Cuatro años de citas, humillación, menor que soy, imposible de caer! Es un horno de baño, un inodoro lleno, y un perdedor caído. Me gusta bajarlo, humillarlo y azotarlo. Está sentado en casa, temblando, esperando a que venga yo. Después de todo, para él comienza entonces el servicio, plena humillación, comiendo basura. Es una serpiente viviente, es mi inodoro.