Me gusta tener sexo sucio por la mañana. Hierro un cago en el pene de mi esposo, me cubro de heces, me froto su pene y le hago un piston en el culo sucio lleno de heces. La heces calida, suave y hueda se acerca suavemente a la piel, la envuelve con su tocado húmedo y pegajoso. El olor a heces rodea el lugar. Me hierro sobre él y él lapa mi vagina y yo meto mi mano en su culo sucio lleno de heces. Esto es el paraíso, esto es el gozo. El lengüetazo de mi esposo flota sobre mi vagina como una mariposa, siento el acercamiento de un orgasmo, es tan emocionante. ¿Quieres, esclavo, servirme durante sexo sucio? Acércate aquí, vas a limpiarme de todas las heces. Te haré sucar un pene sucio y comer nuestra heces fetida. Eres nada, nadie, quien abre la boca y come heces donde yo quiera y cuando ordeno!