Sobrasaliente esclava de baño, caciándose en las heces

Enseño a mi esclava femenina su amor por las heces, estar en ellas, comerlas. Se trataba de una prueba de resistencia. Maya se enamoró de las heces tan rápidamente que decidí ver cuánto podía durar si quería defecar, pero le dije que no defecara. Resultó ser un tiempo corto y más que eso, ella defecó en sus manos, comió de las heces y se manchó. Mirándome inocentemente y poniéndome a cabo, dijo que comió las heces como castigo por no endurecerse y hacer una movida. Aquí está la sobrasaliente esclava de baño

1. Quiere defecar, quiere comer heces

Encadena a mi esclava de baño en el cuarto y le ordené ser paciente, esperarme y no defecar. Y esta esclava de baño, sentada y callada se defecó. Se defecó en sus manos y comenzó a comer, manchándose la cara, la ropa y masturbándose. ¿Qué hacer con ella, insaciable y descontrolada, tan amante de las heces? Le dije un dildo y empezó a satisfacerse insertándoselo en su vagina, y con sus dedos en su sucio culo. Empezó a lamer y sucirlo, insaciable. Dejaré de aceptarlo, he criado una esclava de heces-nymfomaníaca, insaciable y adoradora de las heces

2. Nos encantan estar en las heces todo el día

Entreno a todas mis esclavas de baño a defecar. Me gusta cuando ellas sirven sucias, todas en las heces, andar en esta forma todo el día. Normalmente tengo que hacer que mis esclavas femeninas anden en las heces, pero con Maya fue diferente. Ella estaba feliz de quedarse en las heces todo el día. Me gustó especialmente cuando me manchaba de cabeza a pie con las heces, junto con su cabello. Ella es muy pervertida y insaciable comiendo heces y fetichista de las heces. No me importa andar por la casa sucio en las heces misma. Me gusta el olor de las heces en mi cuerpo, me gusta el tacto de las heces. Es tan excitante

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