Buenos días, queridos. Hoy decidí realizar un experimento, defecé sobre el espejo. Mi córchigo inolvidable ya está en el culo y estoy listo. La heces sale del culo después del córchigo y… voilá, qué alivio. Fuertes chorros de orina me salen después de la heces. ¡Oh, buz, tal alivio que me encendé!