Bien, Kat, bien, ermitaña. Me pregunté qué fetiches desea probar. Y ella me dice: Quiero que tú hagas una gran merda y la comas, ¡Por Dios!, ¡No hay suficiente, ermitaña!, Espere un momento, ermitaña, te haré merder tan cantidad que comerás todo. Y ahora abra tu boca, quiero orinar.