¡Sí, claro, masticar, comer, disfrutar de las heces, mi hermosa perra de baño. Sí, estoy aquí para ayudarte, alimentarte, mancharte, masturbarte hasta que lleves a tu excitada pudendum a un clímax en mis brazos. No te dejaré ir hasta que cumplas en mis brazos. ¡Tanta perversidad, tan desvergonzada, tan sucia mujer!