La heces suave, blanda y caliente cubre mi mano hasta el interior del culo. La saco y esparzo una capa gruesa en el pene, cojones. El olor de heces me atrae y quiero entregarme a este culo sucio, lamerlo, lamerlo, intentando comer, sucar lo máximo de heces posible. Suavemente lo abrazo con mis labios sucios, teniendo el pene sucio en la heces y sucar, lamer, comer heces. Estoy lleno de euforia. Mi lengua flota, me lleva a la orgasmo. El spermatozoide salpicaja por mi garganta y la ingiero, ingiero su lugar con heces. Pero quiero más, quiero más heces y, claro, orina. Mi lengua desliza sobre el sucio asiento de heces, estropeando cojones, estoy esperando, esperando que finalmente derrame y bebo todo lo que pueda recoger