Atrapada contra el muro sin salida en la ducha, me doy vueltas, subo el orificio de mi ano hasta la boca de él y expulo a primera una serie de flatulencias sucias, seguidas de alguna jugosidad anus y finalmente de algunas turdas de tamaño rocoso que salen de mi ano y caen en su boca.
A pesar de su edad, hizo bien para un iniciado. Normalmente reaccionan, luchan y lloran, pero él fue un caballero.
Señora Wael